Liberación Miofascial
La liberación miofascial es una terapia dirigida a las fascias del cuerpo e indirectamente al resto del aparato locomotor y al resto de estructuras y vísceras. La fascia es un tejido conectivo que envuelve los músculos, huesos y articulaciones, vísceras y estructuras nerviosas y vasculares, protegiendo y manteniendo la estructura del cuerpo unido.
Hay factores en nuestra vida diaria que pueden afectar a la fascia, pueden ser tanto impactos mecánicos, golpes, caídas, intervenciones quirúrgicas, como vicios posturales, estrés y otras alteraciones emocionales.
La disfunción miofascial tiene unas características determinadas: suele ser un dolor sordo y difícil de ubicar y describir y que con frecuencia es más intenso por la mañana, apareciendo con una cierta rigidez al despertar que va mejorando durante el día; se acompaña de dificultad para conciliar el sueño y para mantenerlo, produciendo fatiga.
Las técnicas miofasciales buscan liberar las restricciones que no dejan que las fascias deslicen unas entre otras, estas son capaces de volver a su forma original mediante fuerzas externas, en concreto mediante fuerzas mantenidas de compresión o estiramiento.
El objetivo, de esta técnica, será eliminar restricciones locales, en el caso de las técnicas superficiales, y la liberación de los componentes colagenosos, lo que se conseguirá con las técnicas profundas. El paciente lo percibirá como una presión suave de las manos del fisioterapeuta (esto se debe que situamos el contacto para realizar la técnica sobre las fascias más superficiales, situadas a nivel subdérmico) y que se mantiene fija durante un determinado tiempo, imprescindible para inducir esos cambios en el colágeno.
En Fisuma creemos que el paciente debe ser tratado de forma global prestando atención a toda la estructura y no solo a la zona dolorosa, por eso la terapia miofascial juega un papel importante dentro de nuestros tratamientos.